España camina por la recién estrenada democracia, sube al poder el partido socialista.
Un grupo de idealistas se sienten traicionados al observar como este colectivo en el poder y con mayoría absolute renuncia a los valores e ideas más genuinos de la izquierda ancestral.
Nace en ellos la necesidad de cambiar el rumbo de esta España que vuelve a beber en el oscurantismo de su pasado.
Tras una complicada y elaborada organización, crean células revolucionarias en todo el territorio hispano cuyo objetivo base es tomar el poder.
En su impulso llegarán al Palacio de La Zarzuela donde están reunidos el rey y el gobierno socialista.